El verdadero Jaripeo

Jaripeo. ¿Que seria de esta fiesta sin toros? ¿Que seria sin jinetes? Simplemente sin uno, no existiría el otro, como en la filosofía oriental son el ying y yang, con esto queremos reconocer estas piezas esénciales de nuestra fiesta, hombres que llenos de valor y destreza, envueltos en un gusto, se juegan la vida, privilegio que ningún rey tiene, por ello el montador de toros es un ser único, un héroe real, un hombre que camina mas envuelto en esencia que en materia.
Mas que un titulo a oficio, el jinete es un ser único que hace de esto un estilo único de vida, el montador no es víctima ni victimario...es un guerrero que transforma la fuerza, bravura y capacidad del toro en una danza armoniosa, en donde la vida y la muerte se asoman en cada reparo y el valor y la destreza cobran sentido, el encuentro verdadero del jaripeo, entre jinete y toro, cual siempre debe de ser igualitario y sin ventajas.
El jinete cuenta con su inteligencia, valor, destreza y técnica. El toro su fuerza, nobleza y bravura y también su capacidad mental. Al final solo triunfa uno pero siempre debe hacerlo en libertad, con la oportunidad de siempre vencer o ser vencido. Es una danza donde la muerte siempre es invitada, esto reúne un premio inigualable, la gloria...y esto siempre sucederá únicamente en el verdadero jaripeo!
Estas líneas las dedicamos a los verdaderos jinetes que van mas allá de triunfos, popularidad y éxito...y están mas apegados al sacrificio soledad, paciencia, tenacidad, determinación, pasión, dolor, hambre, firmeza y valor a toda prueba, pero nunca a fracaso, quebranto y derrota.
Para mi es un honor pertenecer a esta fiesta porque se que todo esfuerzo será recompensa do y se llegará a cruzar las metas planteadas.

Silvestre Hernandez - Evolución Jaripeyera